Existe un posible aumento del riesgo de amputación de miembros inferiores (que afecta principalmente a los dedos de los pies) en pacientes que toman inhibidores de SGLT-2. Este riesgo puede ser mayor para algunas personas, incluyendo quienes tengan enfermedad vascular periférica, neuropatía (daño neural), úlceras del pie diabético (llagas) o antecedentes de amputación previa.