A nivel internacional, han sido detectados hallazgos imagenológicos e histopatológicos de acumulación de gadolinio en individuos con función renal normal que habían recibido, incluso años antes, administraciones múltiples de estos agentes. Sin embargo, hasta la fecha, no hay datos que indiquen evidencia alguna, ni que descarten que la retención de gadolinio en el cerebro sea perjudicial o altere la función neurológica.
Por el riesgo potencial que representan las concentraciones residuales de gadolinio en el cerebro, el ISP ha solicitado plan de manejo de riesgos para los productos que los contienen.